Este nivel es complicado pero ya estas mas cerca del final.
Aquí te ves abrumado por los ataques de Nemesis y la única forma de detenerlos es cogiendo las tres piedras guardianas, y no te olvides que los aldeanos no son invencibles
ellos pueden morir con las bolas de fuego y no puedes continuar si te quedas sin ciudadanos.
En cualquier caso, las cosas resultarán más sencillas contra más rápido puedas conquistar la aldea vecina que esta en el valle donde obtuviste tu criatura y hacerte con la primera Piedra, para acabar con el incordio de las bolas de fuego. Ya que a la tercera oleada harán daño al pueblo y a los aldeanos.
PRIMERA PIEDRA GUARDIANA
Como ya te he revelado, se encuentra en la aldea vecina. Está protegida por un escudo indestructible, que puede desactivarse manipulando una serie de campanas. Para intentar anular el escudo, tendrás que someter previamente a la aldea, algo muy fácil con la ayuda de tu Criatura.
Tendrás que repetir, en el mismo orden y sin errores, las melodías que tocarán las propias campanas (los números representan el orden que ocupan de izquierda a derecha):
1, 2, 3
1, 2, 3, 5, 2
1, 2, 3, 5, 2, 3, 1
1, 2, 3, 5, 2, 3, 1, 4, 1.
SEGUNDA PIEDRA GUARDIANA
¿Recuerdas dónde estaba el hermano enfermo, que tenías que buscar en la tutorial? Si buscas por esas zonas, encontrarás la guarida de los ogros, liderados por Sleg, hijo de Sleg. El posee la Piedra, y no te la entregará a menos que seas capaz de vencerle. Aquí todo depende de tu Criatura y de tu talento a la hora de dirigirla en medio del combate. Amén de los Milagros que puedas emplear para facilitar las cosas, recuerda el consejo que te daba en otro apartado: usa el botón de pausa. Aprovecha, sobre todo, cuando Sleg le lance una patada a tu Criatura. Justo cuando tu Criatura detenga el golpe, ordénale que golpee, en especial en la zona que deje más desprotegida el adversario (y si da una patada, esa zona resulta ser la ingle).